Un completo desastre
Se ha producido el último acto del drama vivido en Cajasur, con incertidumbre y sorpresa hasta el final. Un proceso tan irresponsable, tan sinsentido, tan suicida, como el que han llevado a cabo sus responsables eclesiásticos sólo podía terminar causando daño a Córdoba y a Andalucía. Consumatum est. Espero que Dios les perdone porque a los cordobeses nos lo han puesto muy difícil para hacerlo.
En el mundo de la economía y del dinero no hay patria ni corazón, sino intereses, y en el convulso momento en que se encuentran las entidades financieras todo vale para ampliar su espacio y su poder. Quien se quede atrás corre serio peligro de desaparecer devorado por el más fuerte. Y la gestión descerebrada de los curas convirtió a la caja cordobesa en la más débil de esta selva. Ya no teníamos más opción que desear que nos devorara uno de los nuestros. Pues ni ese consuelo hemos tenido.
El Banco de España (BE) ha adjudicado Cajasur a la BBK, una caja del País Vasco, controlada mayoritariamente por el PNV; de hecho, su actual presidente, Mario Fernández es un destacado nacionalista. El Fondo de Reestructuración Ordenada Bancaria (FROB), organismo dependiente del BE, encargó al banco Nomura la organización de la subasta y el estudio de las propuestas. El organismo regulador era el árbitro que, desde su neutralidad, garantizaba el juego limpio; además todos se han esforzado mucho en afirmar que ha sido una decisión “técnica”. Dicho esto, cuesta creer que el Ministerio de Economía permanezca impasible ante operaciones de este tipo que afectan seriamente a la economía del Estado y, especialmente, a las cajas en cuyos consejos de administración se sientan representantes de los partidos políticos. ¿Para qué se gobierna si no? Cuesta creer que el Gobierno no tuviera sus preferencias en una operación como ésta y que no las conociera el órgano regulador, cuyo presidente lo propuso el Gobierno. Mucho peor sería que al Gobierno le diera igual una solución que otra.
Cuesta creer que el BE no supiera que Francisco Sánchez-Asiaín, Consejero Delegado del banco Nomura es hermano de Ignacio Sánchez-Asiaín, Director General de la BBK, con funciones de consejero delegado. Dos personas honestas, pero el trabajo de uno ha beneficiado al otro. Casualidades de la vida. Creo que BE debería haber dicho o hecho algo en ese sentido para que todos confiáramos en su papel de árbitro neutral. Seguramente estaré equivocado y ese parentesco no tendrá ninguna importancia y a lo mejor los hermanos están peleados y ni se hablan entre ellos.
Ha sido un duro golpe para el sistema financiero andaluz, que es lo que los curas han querido siempre, y para el Gobierno andaluz, los partidos políticos, los sindicatos, los empresarios y la sociedad. Para una vez que un asunto concita la unión de todos los andaluces sin distinción y se produce una rara unanimidad en torno a la apuesta porque de esta crisis salga fortalecido nuestro sistema financiero, el árbitro neutral decide que eso no va a ser así, que nuestra financiación va a depender de otros intereses ajenos a Andalucía, que las plusvalías se continuarán yendo a otros lugares y no se invertirán aquí para generar riqueza que ayude a nuestro desarrollo y a la equiparación con los demás territorios del Estado. Un prestigioso diario nacional defendía en su editorial la decisión del BE y acusaba a los dirigentes políticos y sindicales de no pensar en que la tarea principal es conseguir “un mercado financiero único y no defender los nichos financieros de campanario”. Da miedo pensar en eso, como da miedo pensar en “una sola España”, porque a los andaluces “lo único” siempre ha servido para machacarnos, y para ser explotados. Hemos despegado y empezado a ser alguien cuando la pluralidad y la diversidad nos han permitido ser nosotros mismos.
No es una buena estrategia cabrear a Andalucía, el Presidente de la Junta ha expresado públicamente lo que pensamos muchos andaluces y ha adoptado una postura de protesta (¿contra el BE?) no yendo al Comité Federal del PSOE y quedándose en Andalucía para fijar su posición, un gesto que se le agradece y un aviso de que perjudicar a Andalucía no va a salir gratis.
Ahora sí es necesario y urgente que se produzca el entendimiento entre Unicaja y Cajasol, no nos quedan más cartas que jugar para lograr tener nuestro “nicho financiero de campanario” como tienen todos los demás. Este ha de ser un objetivo estratégico de Andalucía, por encima de mezquindades, localismos y estúpidas luchas tribales. Es muy serio lo que está en juego y les toca a los dirigentes políticos, empresariales y sindicales poner sentido común y aprovechar las sinergias que ha generado la lucha para que Cajasur se quedara en Andalucía.
En el mundo de la economía y del dinero no hay patria ni corazón, sino intereses, y en el convulso momento en que se encuentran las entidades financieras todo vale para ampliar su espacio y su poder. Quien se quede atrás corre serio peligro de desaparecer devorado por el más fuerte. Y la gestión descerebrada de los curas convirtió a la caja cordobesa en la más débil de esta selva. Ya no teníamos más opción que desear que nos devorara uno de los nuestros. Pues ni ese consuelo hemos tenido.
El Banco de España (BE) ha adjudicado Cajasur a la BBK, una caja del País Vasco, controlada mayoritariamente por el PNV; de hecho, su actual presidente, Mario Fernández es un destacado nacionalista. El Fondo de Reestructuración Ordenada Bancaria (FROB), organismo dependiente del BE, encargó al banco Nomura la organización de la subasta y el estudio de las propuestas. El organismo regulador era el árbitro que, desde su neutralidad, garantizaba el juego limpio; además todos se han esforzado mucho en afirmar que ha sido una decisión “técnica”. Dicho esto, cuesta creer que el Ministerio de Economía permanezca impasible ante operaciones de este tipo que afectan seriamente a la economía del Estado y, especialmente, a las cajas en cuyos consejos de administración se sientan representantes de los partidos políticos. ¿Para qué se gobierna si no? Cuesta creer que el Gobierno no tuviera sus preferencias en una operación como ésta y que no las conociera el órgano regulador, cuyo presidente lo propuso el Gobierno. Mucho peor sería que al Gobierno le diera igual una solución que otra.
Cuesta creer que el BE no supiera que Francisco Sánchez-Asiaín, Consejero Delegado del banco Nomura es hermano de Ignacio Sánchez-Asiaín, Director General de la BBK, con funciones de consejero delegado. Dos personas honestas, pero el trabajo de uno ha beneficiado al otro. Casualidades de la vida. Creo que BE debería haber dicho o hecho algo en ese sentido para que todos confiáramos en su papel de árbitro neutral. Seguramente estaré equivocado y ese parentesco no tendrá ninguna importancia y a lo mejor los hermanos están peleados y ni se hablan entre ellos.
Ha sido un duro golpe para el sistema financiero andaluz, que es lo que los curas han querido siempre, y para el Gobierno andaluz, los partidos políticos, los sindicatos, los empresarios y la sociedad. Para una vez que un asunto concita la unión de todos los andaluces sin distinción y se produce una rara unanimidad en torno a la apuesta porque de esta crisis salga fortalecido nuestro sistema financiero, el árbitro neutral decide que eso no va a ser así, que nuestra financiación va a depender de otros intereses ajenos a Andalucía, que las plusvalías se continuarán yendo a otros lugares y no se invertirán aquí para generar riqueza que ayude a nuestro desarrollo y a la equiparación con los demás territorios del Estado. Un prestigioso diario nacional defendía en su editorial la decisión del BE y acusaba a los dirigentes políticos y sindicales de no pensar en que la tarea principal es conseguir “un mercado financiero único y no defender los nichos financieros de campanario”. Da miedo pensar en eso, como da miedo pensar en “una sola España”, porque a los andaluces “lo único” siempre ha servido para machacarnos, y para ser explotados. Hemos despegado y empezado a ser alguien cuando la pluralidad y la diversidad nos han permitido ser nosotros mismos.
No es una buena estrategia cabrear a Andalucía, el Presidente de la Junta ha expresado públicamente lo que pensamos muchos andaluces y ha adoptado una postura de protesta (¿contra el BE?) no yendo al Comité Federal del PSOE y quedándose en Andalucía para fijar su posición, un gesto que se le agradece y un aviso de que perjudicar a Andalucía no va a salir gratis.
Ahora sí es necesario y urgente que se produzca el entendimiento entre Unicaja y Cajasol, no nos quedan más cartas que jugar para lograr tener nuestro “nicho financiero de campanario” como tienen todos los demás. Este ha de ser un objetivo estratégico de Andalucía, por encima de mezquindades, localismos y estúpidas luchas tribales. Es muy serio lo que está en juego y les toca a los dirigentes políticos, empresariales y sindicales poner sentido común y aprovechar las sinergias que ha generado la lucha para que Cajasur se quedara en Andalucía.
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Ana Pilar