La derecha no quiere a los andaluces
La actualidad la marcan otra vez los calificativos y comparaciones peyorativas que nos dedican a los andaluces los dirigentes del PP. A lo de que somos vagos, indolentes, amantes de la juerga, nuestros niños son analfabetos, tenemos habla de chiste o que Blas Infante era un payaso, con que nos han obsequiado desde Mariano Rajoy hasta Montserrat Nebrera, pasando por María San Gil, Mayor Oreja, Ana Mato, Alejo Vidal-Quadras, Juan Carlos Aparicio o Dolores de Cospedal, entre otros, hay que añadirle lo último de Esperanza Aguirre, compararnos con las gallinas. El sintomático desprecio con que los dirigentes populares nos tratan y el concepto rancio que tienen de esta tierra, demuestran el poco conocimiento que tienen de nosotros. Las razones que justifican este comportamiento son, básicamente, dos. La primera es consecuencia de la historia, esta derecha de ahora es la heredera de los señoritos y caciques que durante siglos ostentaron el poder económico y político, etiquetaron Andalucía com