El último
mes hemos asistido con estupor al espectáculo bochornoso que nos han brindado
nuestros representantes políticos, socialistas fundamentalmente. En mis 42 años
de vida política, jamás presencié nada igual, y he visto de todo, o creía
haberlo visto. Hemos asistido a un increíble y chapucero golpe de mano para
derrocar al Secretario General socialista, elegido por las bases del partido;
hemos conocido presiones intolerables de los poderes económicos y mediáticos
contra Pedro Sánchez; hemos presenciado un estilo insoportablemente encanallado
y navajero en los debates parlamentarios. De los televisivos ni hablamos. Estamos
viviendo la aplicación a la política de un estilo “Sálvame”, el programa más
soez de la historia de la televisión. Todo ello para conseguir que nos gobierne
un partido corrupto.
Anoche,
cuando Pedro Sánchez, en una entrevista con Jordi Évole, anunció que había
abierto una página web para comunicarse con los militantes, sufrió un ataque
por corsarios informáticos que ha hecho imposible que se pueda acceder a esa
página. Jamás se había visto nada igual: que en una democracia se niegue la
libertad de expresión. Por cierto, yo también padecí hace unos días un ataque a
mi página web por manifestar en varios artículos mi opinión contraria a que se
permitiese que Rajoy fuese presidente del gobierno. Me aterra pensar que
volvamos a los negros tiempos en que la
discrepancia estaba castigada.
Por ahora
esos poderes están ganando, ya tienen al PP en el gobierno, “Una banda criminal
organizada”, según han dicho los jueces. Nos espera una buena.
(Columna de opinión en la SER)
No hay comentarios:
Publicar un comentario